San Gerardo Majella (Mayela)

 

 

 

Su día es el 30 de octubre
Patrono de las mujeres que quieren ser madres, de las embarazadas y parturientas. Intercesor de los médicos.

Vida de San Gerardo

-Vida de los Santos de Butler, Vol. IV

San Gerardo vivió 29 años, y fue famoso en al Siglo XVIII.

Nació a setenta kilómetros de Nápoles, en Muro.

Cuando él murió su madre, testificó: "Gerardo era solamente feliz mientras se encontraba arrodillado en la iglesia, y ante el Santísimo Sacramento. Cuando iba a orar olvidaba hasta de comer. Oraba todo el tiempo y realmente, nació para el cielo".

Enciende las 3 velas para San Gerardo, protector de las embarazadas y parturientas

Oraciones

Cuando llegó a ser perfecto en su oficio, Gerardo pidió ser admitido en el convento donde su tío era uno de los frailes, el de los capuchinos de Muro.

Lamentablemente, por ser demasiado joven, lo rechazaron. Además que su condición era muy delicada.
Por esta causa pudo entrar a trabajar como criado en el domicilio particular del obispo de Lacedogna.

No fue lo mejor que pudo hacer, porque el Obispo, tenía un carácter irascible, y trató a Gerardo con excesiva rudeza.
Gerardo, no obstante, fue su sirviente fiel, sin quejarse en absoluto hasta que el Obispo murió en 1745.

San Gerardo, retornó a Muro abriendo una sastrería. Allí vivió con su madre y las tres hermanas. A su madre le daba la tercera parte de lo que ganaba; otro tercio lo iba repartiendo entre la gente pobre y lo que le quedaba, lo utilizaba para pagar misas por las almas del purgatorio.

A los 23 años, los padres de la congregación del Santísimo Redentor, que había sido recién fundada, predicaron una misión en la ciudad de Muro. San Gerardo rogó para que lo admitiesen como hermano lego. Pero otra vez, por su aspecto enfermizo su madre y hermanas no querían verle partir.

Insistió entonces, el joven Gerardo y, ¡al fin! el Padre Cafaro lo envió a la casa de Deliceto, que era un superior, con el mensaje: "Os envío a este hermanito inútil".

No pasó mucho tiempo, unas horas, se dio cuenta de su error y entonces, le concedió el hábito.

Trabajó con tanto ardor, puntualidad y humildad que todos decían: "O está loco o es un santo". , San Alfonso de Ligorio, El fundador de la congregación se dio cuenta que en realidad era un santo acortándole el periodo de noviciado.

El entonces hermano Gerardo hizo la profesión en 1752.

El P. Tannoia, fue curado por el Hermano Gerardo, que escribió su biografía, contó en la misma, que cuando San Gerardo era novicio, le encontró orando ante el tabernáculo.

En forma súbita, San Gerardo gritó: "Señor, déjame que me vaya, te lo ruego, porque tengo mucho que hacer".

Gerardo, fue sastre, enfermero, acostumbraba a pedir limosna de puerta en puerta.

los padres lo llevaban con ellos a sus misiones y retiros, ya que San Gerardo, poseía el don de leer en las almas.

Hay más de 20 ejemplos de los casos en los que el San Gerardo convirtió a pecadores, dejando manifestada su oculta maldad.

Fenómenos sobrenaturales

Abundaban en la vida de este Hermano, fenómenos sobrenaturales.

Una vez, fue arrebatado en el aire y de esa forma recorrió más de medio kilómetro.

Se dice que poseía además, el fenómeno de "bilocación" y que poseía el don de la profecía, y dominio sobre los animales.

Una vez, encontrándose en Nápoles, vio el asesinato del arcipreste de Muro, en el momento exacto aunque se encontraba a 70 kilómetros de distancia.

Muchas veces llegó a leer el pensamiento de personas ausentes.

Se ha contado que asistió a un enfermo, en una cabaña de Caposele y al mismo tiempo, se encontró conversando con un amigo en un monasterio del mismo pueblo.

En una ocasión, su superior lo fue a buscar a su celda y no encontró.

Entonces fue a la capilla, y lo halló orando. Le preguntó: "¿Dónde estabais hace un instante?" "En mi celda", contestó el hermano Gerardo. "No puede ser! Si yo mismo fui dos veces a buscaros". El Hermano Gerardo se sintió obligado a confesar que, ya que estaba en retiro, había pedido a Dios que lo hiciera invisible así lo defarían orar en paz. El superior le respondió: "Bien, en esta ocasión os perdono, pero no volváis a pedir eso a Dios".

SAN GERARDO PATRONO DE LAS PARTURIENTAS INTERCESOR DE LOS MEDICOS

"Durante un crudo invierno, doscientas personas, hombres, mujeres y niños, fueron diariamente a la casa de los redentoristas, y San Gerardo les proveyó con comida, ropa, sin que nadie supiese de dónde los sacaba.

El padre ecónomo lo regañó ya que había repartido entre todos los mendigos el total de lo que los religiosos tenían para comer en sus despensas.

Pero cuando el padre ecónomo volvió a la despensa, encontró a ésta, otra vez llena.

El pueblo de Calitri le atribuyó varios milagros, en su paso por allí.

Cuando retornó a Caposele, sus superiores le encomendaron la supervisión de edificios en construcción.

Un día viernes, no encontrándose en la casa ni un sólo céntimo que necesitaban para pagar a los obreros, las oraciónes de San Gerardo, motivaron a un bienhechor inesperado a donar lo suficiente para salir del problema.

San Gerardo pasó todo ese verano pidiendo limosna para las obras en construcción. Lamentablemente, el calor del sur de Italia terminó con su salud.

El Final de San Gerardo

Entonces, en los meses de julio y agosto, el santito se debilitó rápidamente.

Pasó una semana en cama, en Ovieto, y allí, sanó a otro hermano lego que había caído enfermo, y que había ido a atenderlo .

Llegó a Caposele casi arrastrándose.

Fue una mezcla de sufrimientos físicos y éxtasis, lo que vivió en sus últimas semanas, cuando sus dones de profecía y ciencia infusa, llegaron a un grado excepcional.

Ya en su lecho de muerte, confesó a su superior:

"Imagino que esta cama es designio de Dios, y estoy clavando a ella tal como lo estoy en la voluntad de Dios. Es mas, creo que la voluntad de Dios y yo nos hemos convertido en una misma cosa".

Colocó un letrero en la puerta de su dormitorio: AQUI SE ESTA CUMPLIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS.

San Gerardo falleció en fecha y hora que había predicho. Poco antes de la medianoche del 15 de octubre de 1755.

Fue canonizado en 1904.

"San Gerardo es protector de las parturientas. En Foggia no hay ninguna mujer que esté por dar a luz que no posea la imagen de San Gerardo y no invoque su protección ".

San Gerardo, en su lecho de su muerte, confesó que no conocía lo que era una tentación impura. Ya que tenía de la mujer un concepto altísimamente elevado: o sea que veía, efectivamente, en cualquier mujer la imagen de la Virgen María.

Intercesor de los médicos
A comienzos de 1800, ya a unos 50 años después de fallecido San Gerardo, un médico de Grassano declaró:

"Desde hace muchos años no ejerzo como médico. La ejerce por mí Fray Gerardo".

Este médico quien en vez de recetar medicinas prefería dejar a sus pacientes una medalla del religioso, tomó muy seriamente el patrocinio de San Gerardo, proclamado beato recién en 1893, canonizado por el Papa Pio X, 11 Diciembre, 1904.

 

 

ORACIÓN PARA PEDIR UNA GRACIA

Beatísima Trinidad, yo, tu hijo te agradezco por todas las gracias y privilegios que has otorgado a San Gerardo, especialmente por las virtudes con que lo has adornado en la tierra y toda la gloria que ahora le das en el Cielo. Concluye tu tarea, oh Señor! para que tu Reino venga a la tierra. Y por sus méritos de aquellos que están en unión con Jesús y María, concédeme la gracia que ahora te pido (Aquí haz tu pedido).

Y tu, mi poderoso intercesor San Gerardo, que siempre estás dispuesto a ayudar a todos los seres que recurren a ti, ruega por mi. Acude ante el trono de la Divina Misericordia. No te marches sin haber sido escuchado. Amado San Gerardo te confío esta importante y urgente gracia (Repite tu pedido). Amorosamente toma entre tus manos mi pedido. No permitas que termine esta oración sin sentir los efectos de tu intercesión. Amén.

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ORACIÓN PARA PEDIR SER MADRE

Oh mi amado San Gerardo, tú, poderoso intercesor delante del trono de Dios, tu que haces maravillas en nuestro día, yo ( di tu nombre, te invoco y humildemente solicito tu ayuda. Tu, que mientras has vivido en la Tierra, has cumplido con los designios de Dios, ayúdame, te lo pido, también a cumplir siempre la Santisima Voluntad de Nuestro Señor. Ruega al Maestro de la Vida, de quien procede toda la paternidad, que me bendiga con la gracia de ser madre y que pueda criar hijos de Dios en esta mi vida , que sean herederos del reino de Su Gloria de la vida que llegará. Amén.

BIBLIOGRAFÍA

Butler, Vida de los Santos, Vol IV
Sálesman, P. Eliécer; Vidas de Santos - # 4
Sgarbossa, Mario y Luigi Giovannini; Un Santo Para Cada Día

A la edad de diez años, su confesor le permitió comulgar cada día tercero.

De niño fue un ser extraordinariamente dotado para la piedad.

Cuando falleció su padre, San Gerardo tuvo que abandonar la escuela. Entonces, se puso a trabajar como aprendiz de sastre. El taller era de Martín Pannuto, un hombre muy bueno, que lo comprendía y apreciaba mucho. Pero, uno de los empleados era un ser muy agresivo y acostumbraba maltratar a Gerardo. Más se enfurecía por la gran paciencia con la que Gerardo, soportaba sus maldades.

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